Espera, niña, un momento,
a ver si por fin me entero,
pues estoy haciendo intento
¿de qué va este pejiguero...?
¿las orejas de jumento
florecen en el trasero?
¿Quieren saber el desenlace?
-
Si alguien, de los pocos que vienen a visitarme, quieren saber cómo acaba
la historia rimada de los amoríos de Don Juan y Gabino, pues nada más
tienen qu...
Hace 9 años
Pues florecen en la testa
ResponderEliminary yo de enterarme acabo,
que me nacieron al cabo
y de manera muy presta.
Sisebutaaaa, dime, ¿el rabo
sale en el culo o en la cresta?
:o(
Jajajaajaaaa
ResponderEliminarSegismunda, estoy feliz
por verte tan espitosa...
voy a decirte una cosa:
a ver si crea raíz
la plataforma ripiosa
que está tomando cariz...
¿Es verdad que no te deja
entrar y aflojar el verso?
¿Es verdad que tras la reja
está el error tan inmerso
que ya ni él mismo se queja?
Espero que nos acoja
esta página silente
para dejar la simiente
del ripio que nos afloja.
Yo tengo mucho ingrediente...
y tú... no te quedas coja.
:-))
Verás que estoy transformando
ResponderEliminardiseños, formas, colores,
verás que he tomado el mando
¡Pero quiero tus favores!
¡Ven con sabor, con olores
y no digas hasta cuándo
vas a regar con tus flores,
que somos del mismo bando!
¿Quieres ya publicidad
ResponderEliminaro todavía es muy pronto
y nos faltará la edad
para no hacer mucho el tonto?
¿Lanzamos el blog al mundo
o trabajamos un poco
comiéndonos algo el coco
hasta que llegue un Facundo
con ripio firme y barroco
y ayude a este blog fecundo?
Dí algo pronto, que me hundo
en mi faz de búho loco
mientras me estampo, me choco
en este trance profundo...
Te contesto Sisebuta
ResponderEliminarque te veo impetuosa,
tú eres la de la batuta
la más lista y afanosa,
¿publicidad, bella rosa?
Si tú quieres, yo lo quiero,
que tú eres la patrona
y yo la heralda, reitero,
¡la página está muy mona!
¡qué ingenio y qué salero!
Segismunda está felona,
con pelusa o pelusilla,
pero es envidia pelona
de ver tanta maravilla,
Sisebuta, ¡Oh, madona!
¡eres genial, ay, chiquilla!
Ay, Segis, calla, chiquilla,
ResponderEliminarque me pongo colorada
y parezco mantequilla
¿No me ves?¡Qué sonrosada!
¡Hay que ver, que estoy osada
como vaca con mantilla!
No digas que soy rosquilla
¡Será que estoy enroscada!
Calla, loca, que esto es NUESTRO,
no me lleves la contraria
porque si no, te secuestro,
que eres tu la "imaginaria".
:-))))
:-P
¡Otra vez se me ha olvidado
ResponderEliminarrubricar esta morcilla!
Mi cerebro estropeado
se me está haciendo papilla...
No me vas a dar de lado
¿Verdad, Segismundicilla?
Yo te explico, gran ripiera
ResponderEliminarde dónde el rabo se agarra,
es algo que no quisiera
comparar a una alcaparra,
porque salir sale bravo
y con ganas de dar guerra.
La cresta sólo es testigo
de ese asqueroso colgajo,
se olvida que está contigo
o se hace un estropajo,
y cuanto más falta hace
te manda al puto carajo.
Eso es el rabo, ripiera,
un instrumento que pita
como una flauta cualquiera,
o se queda silencioso
como si con él no fuera,
es un maldito asqueroso.
Yo te explico, gran ripiera
de dónde el rabo se agarra,
es algo que no quisiera
comparar a una alcaparra,
porque salir sale bravo
y con ganas de dar guerra.
La cresta sólo es testigo
de ese asqueroso colgajo,
se olvida que está contigo
o se hace un estropajo,
y cuanto más falta hace
te manda al puto carajo.
Eso es el rabo, ripiera,
un instrumento que pita
como una flauta cualquiera,
o se queda silencioso
como si con él no fuera,
es un maldito asqueroso.
Yo te explico, gran ripiera
de dónde el rabo se agarra,
es algo que no quisiera
comparar a una alcaparra,
porque salir sale bravo
y con ganas de dar guerra.
La cresta sólo es testigo
de ese asqueroso colgajo,
se olvida que está contigo
o se hace un estropajo,
y cuanto más falta hace
te manda al puto carajo.
Eso es el rabo, ripiera,
un instrumento que pita
como una flauta cualquiera,
o se queda silencioso
como si con él no fuera,
vengativo y rencoroso.
Yo te explico, gran ripiera
de dónde el rabo se agarra,
es algo que no quisiera
comparar a una alcaparra,
porque salir sale bravo
y con ganas de dar guerra.
El culo sólo es testigo
de ese asqueroso colgajo,
se olvida que está contigo
o se hace un estropajo,
y cuanto más falta hace
te manda al puto carajo.
Yo te explico, gran ripiera
de dónde el rabo se agarra,
es algo que no quisiera
comparar a una alcaparra,
porque salir sale bravo
y con ganas de dar guerra.
La cresta sólo es testigo
de ese asqueroso colgajo,
se olvida que está contigo
o se hace un estropajo,
y cuanto más falta hace
te manda al puto carajo.
Eso es el rabo, ripiera,
un instrumento que pita
como una flauta cualquiera,
o se queda silencioso
como si con él no fuera,
vengativo y recoroso.