25 de enero de 2006

Este es el ripio segundo ¡y a replicar todo el mundo!

Espera, niña, un momento,
a ver si por fin me entero,
pues estoy haciendo intento
¿de qué va este pejiguero...?
¿las orejas de jumento
florecen en el trasero?

8 comentarios:

  1. Pues florecen en la testa
    y yo de enterarme acabo,
    que me nacieron al cabo
    y de manera muy presta.
    Sisebutaaaa, dime, ¿el rabo
    sale en el culo o en la cresta?


    :o(

    ResponderEliminar
  2. Jajajaajaaaa

    Segismunda, estoy feliz
    por verte tan espitosa...
    voy a decirte una cosa:
    a ver si crea raíz
    la plataforma ripiosa
    que está tomando cariz...

    ¿Es verdad que no te deja
    entrar y aflojar el verso?
    ¿Es verdad que tras la reja
    está el error tan inmerso
    que ya ni él mismo se queja?

    Espero que nos acoja
    esta página silente
    para dejar la simiente
    del ripio que nos afloja.
    Yo tengo mucho ingrediente...
    y tú... no te quedas coja.

    :-))

    ResponderEliminar
  3. Verás que estoy transformando
    diseños, formas, colores,
    verás que he tomado el mando
    ¡Pero quiero tus favores!
    ¡Ven con sabor, con olores
    y no digas hasta cuándo
    vas a regar con tus flores,
    que somos del mismo bando!

    ResponderEliminar
  4. ¿Quieres ya publicidad
    o todavía es muy pronto
    y nos faltará la edad
    para no hacer mucho el tonto?
    ¿Lanzamos el blog al mundo
    o trabajamos un poco
    comiéndonos algo el coco
    hasta que llegue un Facundo
    con ripio firme y barroco
    y ayude a este blog fecundo?
    Dí algo pronto, que me hundo
    en mi faz de búho loco
    mientras me estampo, me choco
    en este trance profundo...

    ResponderEliminar
  5. Te contesto Sisebuta
    que te veo impetuosa,
    tú eres la de la batuta
    la más lista y afanosa,
    ¿publicidad, bella rosa?
    Si tú quieres, yo lo quiero,
    que tú eres la patrona
    y yo la heralda, reitero,
    ¡la página está muy mona!
    ¡qué ingenio y qué salero!
    Segismunda está felona,
    con pelusa o pelusilla,
    pero es envidia pelona
    de ver tanta maravilla,
    Sisebuta, ¡Oh, madona!
    ¡eres genial, ay, chiquilla!

    ResponderEliminar
  6. Ay, Segis, calla, chiquilla,
    que me pongo colorada
    y parezco mantequilla
    ¿No me ves?¡Qué sonrosada!
    ¡Hay que ver, que estoy osada
    como vaca con mantilla!
    No digas que soy rosquilla
    ¡Será que estoy enroscada!

    Calla, loca, que esto es NUESTRO,
    no me lleves la contraria
    porque si no, te secuestro,
    que eres tu la "imaginaria".

    :-))))

    :-P

    ResponderEliminar
  7. ¡Otra vez se me ha olvidado
    rubricar esta morcilla!
    Mi cerebro estropeado
    se me está haciendo papilla...

    No me vas a dar de lado
    ¿Verdad, Segismundicilla?

    ResponderEliminar
  8. Yo te explico, gran ripiera
    de dónde el rabo se agarra,
    es algo que no quisiera
    comparar a una alcaparra,
    porque salir sale bravo
    y con ganas de dar guerra.

    La cresta sólo es testigo
    de ese asqueroso colgajo,
    se olvida que está contigo
    o se hace un estropajo,
    y cuanto más falta hace
    te manda al puto carajo.

    Eso es el rabo, ripiera,
    un instrumento que pita
    como una flauta cualquiera,
    o se queda silencioso
    como si con él no fuera,
    es un maldito asqueroso.




























    Yo te explico, gran ripiera
    de dónde el rabo se agarra,
    es algo que no quisiera
    comparar a una alcaparra,
    porque salir sale bravo
    y con ganas de dar guerra.

    La cresta sólo es testigo
    de ese asqueroso colgajo,
    se olvida que está contigo
    o se hace un estropajo,
    y cuanto más falta hace
    te manda al puto carajo.

    Eso es el rabo, ripiera,
    un instrumento que pita
    como una flauta cualquiera,
    o se queda silencioso
    como si con él no fuera,
    es un maldito asqueroso.



























    Yo te explico, gran ripiera
    de dónde el rabo se agarra,
    es algo que no quisiera
    comparar a una alcaparra,
    porque salir sale bravo
    y con ganas de dar guerra.

    La cresta sólo es testigo
    de ese asqueroso colgajo,
    se olvida que está contigo
    o se hace un estropajo,
    y cuanto más falta hace
    te manda al puto carajo.

    Eso es el rabo, ripiera,
    un instrumento que pita
    como una flauta cualquiera,
    o se queda silencioso
    como si con él no fuera,
    vengativo y rencoroso.



















































    Yo te explico, gran ripiera
    de dónde el rabo se agarra,
    es algo que no quisiera
    comparar a una alcaparra,
    porque salir sale bravo
    y con ganas de dar guerra.

    El culo sólo es testigo
    de ese asqueroso colgajo,
    se olvida que está contigo
    o se hace un estropajo,
    y cuanto más falta hace
    te manda al puto carajo.














































    Yo te explico, gran ripiera
    de dónde el rabo se agarra,
    es algo que no quisiera
    comparar a una alcaparra,
    porque salir sale bravo
    y con ganas de dar guerra.

    La cresta sólo es testigo
    de ese asqueroso colgajo,
    se olvida que está contigo
    o se hace un estropajo,
    y cuanto más falta hace
    te manda al puto carajo.

    Eso es el rabo, ripiera,
    un instrumento que pita
    como una flauta cualquiera,
    o se queda silencioso
    como si con él no fuera,
    vengativo y recoroso.

    ResponderEliminar